miércoles, 17 de marzo de 2010

1ª Ronda ''Sin nombre'' by: Sebástian

Primera historia del concurso escrita por sebástian a día 20 de febrero del 2009

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....despues de observar el horizonte, pensé que toda la sangría que nos había reportado esta absurda batalla había finalizado,solo atisbaba a ver seres inertes tendidos sobre la hierba aun húmeda por el rocio de la madrugada, el lugar elégido para la fúnebre batalla era un bajo y alargado valle llamado Alsdoz, estaba rodeado casi en su totalidad de unas montañas tan altas que pareciamos hormigas en medio de montones de trigo molido.
Teniamos enfrente a un pequeño ejercito de valientes campesinos, que haciendo alarde de su coraje, se habían enfundado en ropajes y pinturas mas dignas de unos alfiles de ajedrez que de unos soldados dispuestos a derramar rios de sangre, con todo aquello eran muy inferiores en número y en técnicas de combate.No tardamos en avanzar terreno por el flanco derecho, poco después, el flanco izquierdo también sucumbía a nuestras acometidas, toda la acción estaba transcurriendo en el centro de la batalla, y ahí estaban ellos, poniendo toda su encolerizada y fervorosa furia sobre nosotros, e inexplicablemente nos estaban causando mas bajas de lo que en un principio habiamos planeado. Poco a poco empezaron a desmoronarse y a huir hacia lo mas profundo del valle, donde las colinas que lo rodeaban eran apenas mas altas que una catedral, alli contra los estrechos y mal sonantes rayos de luz con que nos deleitaba nuestro astro rey, fuimos chocando perseguidos y perseguidores, como la jauria de perros que da caza por fin a la presa que ya ha herido su amo. Osados y cautivos del gozo que nos da arrebatar una vida en la guerra, nos adentramos en las profundidades de aquel mortifero valle, y sin saber con exactitud que eran aquellos silbidos, nosotros seguiamos plenos en nuestra única actividad, solo nos dimos cuenta de lo que sucedía cuando varios de los nuestros empezaron a caer fulminados, sus arqueros apostados en lo alto de las colinas nos estaban masacrando, sus flechas nos cortaban el paso justo antes de poder llegar donde nuestros impetuosos soldados estaban ya siendo abatidos por aquellos mismos campesinos que antes de la batalla parecian inofensivos arlequines. Cuando la caballeria acabo con sus arqueros las bajas de nuestro ejercito eran mas que notables....
-Roberto, guarda el libro y ven a la cama ya, que parece que se ha dormido.
-ehhh...si eso parece, descansa mi pequeño, wenas noches.

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