miércoles, 17 de marzo de 2010

1ª Ronda ''La batalla por el honor'' by: Davikss!!!

Primera historia del concurso escrita por Davikss!!! a día 21 de febrero del 2009
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Mi flota y yo estabamos listos para partir a las terribles ruinas de Eclipto para librar una batalla por el honor de nuestros Dioses, los cuales habian sido brutalmente insultados en antiguas batallas en donde nuestros ancestros lastimosamente habian salido derrotados. Parti con mis mejores soldados y entre ellos los que habian luchado junto a mi desde mis primeras batallas, Leonardo (El de la Hojilla Implacable), David (El de la Estacada Mortal) y Demian (El de la Vista de Halcon). Nos movilizamos a travez de las terribles y tormentosas aguas de el mar Jarheat hasta llegar al lugubre pantano de Hellblood. Jamas habia visto un lugar tan terrible, las a aguas de este pantano eran de un color grisaseo plomo que daba la impresión de hierro fundido, estas aguas burbujeaban debido a su alta temperatura, alrededor del pantano existia una abrumadora oscuridad la cual no nos permitia divisar el final de este, a donde quiera que dirijia mi mirada no encontraba señal alguna de vida.No veia el momento de acabar con esta travesia ya mis soldados se veian agobiados y un poco atemorizados por la terrible sensacion de estar atrapados; luego de tres horas (quizas mas) logramos divisar a lo lejos las inmensas columnas que antes sostenian los techos de la ciudad de Eclipto, nuestras naves fueron abatidas por una gran barrera de rocas las cuales no habiamos divisado por la abrumadora oscuridad, pero aun asi los barco pudieron seguir adelante. Logramos llegar a la orilla de la ciudad donde desembarcamos desesperadamente, sentimos un momentaneo alivio antes de darnos cuenta donde estabamos parados, una pila de cadaveres estaban bajo nuestros pies y a donde quiera que veiamos era lo mismo, antes de caer en cuenta de que los cadaveres eran recientes nos vimos desconcertados por el estruendoso sonido de un gran ejercito acercandoce, nos preparamos para el ataque y en menos de un minuto uno de mis hombre ya habia caido debido a una flecha que habia sido disparada desde el oeste; prepare a mis arqueros y en el mismo momento que divise las tropas enemigas di la orden de ATAQUE, sobre mi pasaban cientos de flechas, cuando los vi suficientemente cerca me decidi a realizar el ataque directo, rios de sangre se derramaban a mi alrededor y veia como caian uno a uno mis fieles hombres pero no sin antes haberse llevado con ellos a unos cuantos del ejercito enemigo. Cuando me di cuenta, al igual que mis enememigos habia perdido a la mitad de mi ejercito, ya estaba empezando a desesperarme cuando Demian siendo General de tropa dio la orden de que avanzaran. Habiamos logrado avanzar aunque con una perdida considerable, mientras avanzaba vi como una flecha atravesaba el corazon de David, desesperado corri hacia su cuerpo agonizante pero cuando llegue solo alcanzo a decirme “no dejes que mi muerte sea en vano” , me puse de pie con una gran tristeza y segui adelante sin mirar atrás, seguimos avanzando y cada vez eran menores nuestras perdidas, cuando llegamos al centro de la ciudad en ruinas una trampa se nos fue tendida, un batallon de arqueros nos ataco sin piedad y nuevamente sentimos el estremecedor sonido de otro ejercito dirigido finalmente por Dalan desendiente directo de aquellos que habian insultado a nuestros dioses siglos atrás. Ya quedaba menos de la mitad de mi ejercito y uno de aquellos hombres a los cuales yo consideraba mis hermanos habia muerto. Lo poco que quedaba de mi ejercito acabo con los arqueros y vi como Demian luchaba cuerpo a cuerpo con Dalan, pero este logro apuñalear a Demian por uno de sus costados cayendo este aun con vida, trate de correr hacia el pero antes de llegar Leonardo ya estaba evitando que Dalan acabara con la vida de Demian, una brutal batalla se desencadeno entre estos dos, saliendo victorioso Loenardo, acabando con la vida de Dalan. Rapidamente me diriji hacia Demian pero ya era muy tarde, este ya habia muerto, cuando mire a mi alrededor me di cuenta que el ejercito enemigo habia emprendido su retirada pues no tenian por quien luchar. Vi a mi alrededor y quedaban muy pocos de mis hombres de pie, senti una tristeza por esta gran perdida mientras una lagrima se deslizaba por mi mejilla, Leonardo se me acerco, me coloco una mano en el hombro y me dijo “Lo hemos logrado, nuestro honor ha sido recuperado, es hora de volver a ver brillar el Sol”. Despues de estas palabras me acerque a los que quedaba de mi ejercito y les dije “Es hora de volver”.

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